Estimados todos.
Termina en este mayo, un nuevo periodo de mi vida profesional del cual he recibido muchas enseñanzas; la mas importante, lo expreso sin ambages, es la absoluta necesidad de asumir este tipo de retos con un actitud generosa y desprendida.
La orientación de comunidades que agremien personas de distinto proceder académico y con distintos objetivos vitales, requiere que, en principio, los tomadores de decisiones se orienten por las causas de “mutualidad” que sustentan a toda agremiación científica; y esto, sin lugar a alguna duda, fue lo que encontré, agradecido, en todos los miembros de la Junta Directiva Nacional que me acompañó durante estos dos años, incluidos por supuesto, los Directores de proyectos.
No limita esa generosidad, la actitud responsable de todo ordenador de gasto y tomador de decisiones apuntadas a una buena gestión. Algunas de nuestras decisiones, posiblemente fueron inicialmente mal recibidas e incomprendidas, pero, con la suficiente explicación y, especialmente, con la demostración de los buenos logros, esos malestares son convirtieron, en su gran mayoría, en un incondicional apoyo.
Tan solo me queda el inmenso agradecimiento a mi Junta Directiva Nacional, a los Directores de proyectos, al nuevo staff administrativo, a los amigos de Comunicaciones Efectivas por su generosidad en la co-administración y de LMP en su gestión de calidad, y a los presidentes de las Juntas Regionales por su apoyo y colaboración.
A la nueva Junta Directiva y su Presidente, les deseo muy buena suerte y les auguro grandes éxitos.
Me retiro satisfecho y, desde mis “cuarteles de invierno”, empeño mis anhelos por un futuro promisorio para la AMCI.
Luis Horacio Atehortua L