Tal pareciera que al Ministerio de Salud y Protección Social no le importara pisotear al Ministerio de Educación Nacional y al Departamento Administrativo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, Colciencias, y se permitiera el lujo, en este Gobierno y al parecer con el apoyo del propio Presidente de la República, de violentar la autonomía universitaria por medio de una ley simple y ordinaria
; además de una ordinariez total. Si la reforma a la ley 30 de 1992 sufrió un entierro de tercera cuando el Presidente mismo la detuvo, al tener las primeras amenazas de la comunidad universitaria, a esta propuesta de reforma a la Ley 100 de 1992, conocida como proyecto 210.
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